Imagina este escenario, has encargado un producto a desarrollar a tu proveedor de software, las cosas ocurrieron así:
1. Contrataste al proveedor.
2. Se definieron y firmaron los requerimientos.
3. El proveedor se sumergió en la tarea de desarrollar tu producto.
4. Finalmente, luego de varios meses ha terminado, hay alivio porque las fechas se están cumpliendo y parece que no hay problemas, el cronograma está al 90% de avance y sólo falta probar.
5. Se instala el producto en el ambiente de pruebas, la prueba arranca, los usuarios están entusiasmados, pero empiezan a surgir algunos cuestionamientos:
“Queremos que los proveedores sean validados en la SUNAT”
“El cliente debe ser validado a través de RENIEC”
“Por qué esta operación no genera el asiento contable”
“Dime por favor, por qué debo volver a ingresar estos datos, si ya están el sistema”
… y un tremendo etcétera.
6. Parece que el 10% que falta a tu cronograma, será un 10% muy largo.
¿Por que ocurre esto?
Esto ocurre porque no se han identificado ni gestionado apropiadamente los requerimientos de interoperabilidad, también conocidos como requerimientos de interfaz.
Estos requerimientos describen con qué otros productos de software o hardware, deberá comunicarse el producto que estamos desarrollando o manteniendo para lograr satisfacer necesidades de los usuarios.
Más información…
Para tratar con detenimiento este tema tan crítico para usuarios, proveedores de TI y responsables de las áreas de TI –particularmente en el contexto de la contratación de proveedores– , hemos desarrollado un paper que aborda con más detalle las consecuencias y posibles soluciones de este, entre otros, problemas. Puedes descargar este paper gratuitamente aquí:
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